martes, 17 de enero de 2012

8:55 am. La muerte de Len Bias


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6:32 am. Llamada al 911. "Es una emergencia. Se trata de Len Bias... el que se ha ido a Boston. Necesita ayuda...". Brian Tribble, amigo y compañero de Bias. Acusado de suministrar la cocaína que acabó con el número 2 del draft del 86.

Len Bias esperaba, en su casa de Maryland, que su madre volviese de misa. Acababa de ser elegido en el número 2 del draft del año 1986 por, nada menos, que los Boston Celtics de Larry Bird y quería salir a celebrarlo con sus compañeros de la universidad. Jugaba con su perro mientras le decía "nos vamos a Boston, nos vamos a Boston". Su hermanos se probaban las nuevas zapatillas Reebok que Len les había traído tras un evento con la famosa firma de ropa deportiva. No volvió a ver a su madre. Len Bias salió de su casa para reunirse con sus amigos y jamás volvió.

Leonard Kevin Bias había asombrado esa temporada con la Universidad de Maryland. Era un alero de 2'03, cuyo nivel rozaba el de Michael Jordan (por aquel entonces, el eterno 23 ya llevaba dos temporadas jugando en la NBA). No eran pocos los que se frotaban las manos pensando en un duelo entre ambos en la mejor liga de baloncesto del mundo. Máximo anotador en la historia de Maryland, máximo anotador de la Atlantic Coast Conference, cuarto reboteador, mejor porcentaje de tiros libres... Sus números hablaban por sí solos. Los expertos coincidían en que era el mejor alero de la historia del baloncesto universitario. Len Bias estaba, por méritos propios, en la cresta de la ola.

"With the second pick in the NBA draft, the Boston Celtics select Len Bias, University of Maryland". David Stern, draft de 1986

Después de ser elegido, Len Bias se convirtió en el centro de atención de la noche. Todo el Madison Square Garden quería escuchar sus primeras palabras como celtic. "Es un sueño hecho realidad", no paraba de repetir Lenny. Cámaras, micrófonos, entrevistas, preguntas y más preguntas. Bias comenzaba a saborear el precio de la fama. El precio del éxito.

Para colmo, el día siguiente pasó siete horas en las oficinas de Reebok. La conocida firma deportiva quería convertir a Len en la punta de su lanza. Le consideraban el arma perfecta para combatir con Nike y con Michel Jordan. Fueron, sin duda, dos días agotadores. Cuando Len Bias volvió a Maryland, a su casa, estaba radiante. Feliz, según cuentan sus hermanos. Lonise Bias, su madre, estaba en misa aquella tarde. Habían pasado muchas cosas y había que rezar y dar las gracias por todas ellas. Lenny no la esperó. No volvieron a verse.

El Nissan azul de tres puertas de Len Bias se dirigió, raudo, hacia el campus. Quería ver a sus amigos y compañeros de equipo, los cuales habían preparado una fiesta en su honor. Lenny les había llevado ropa de los Celtics y de la marca que, desde el día anterior, le patrocinaba. A pesar del buen ambiente y de la felicidad que embargaba al alero de los Boston Celtics, el cansancio comenzaba a hacer mella. Decidió, entonces, ante la excesiva atención que le prestaban sus compañeros, salir de allí en busca de su amigo de la infancia, Brian Tribble.

Len Bias. Behind the scenes

Tribble no había tenido una vida fácil. Su carrera en el mundo del baloncesto se vio truncada por culpa de un accidente de moto que le dañó una rodilla. Además, su hermana pequeña sufría continuos problemas de salud, amén de una meningitis que tenía en vela a su madre. Tribble, independizado y viviendo con un vulgar delincuente, recibió a Len Bias con un abrazo y una enhorabuena. Eran buenos amigos, pero por todos en Maryland era conocida la envidia que Brian sentía por el éxito de Lenny.

En el piso de Tribble, Len Bias se metió la primera raya. No era la primera vez: Bias coqueteaba con las drogas desde hacía tiempo. Quién lo sabía y quién no fue uno de los asuntos más morbosos tras la muerte del prometedor alero de Maryland. Se dice que su entrenador, Lefty Driessel, conocía los problemas de Lenny con las drogas y los silenció con la esperanza de que los superase en secreto sin que ello afectara al equipo ni a su futuro. Asimismo, la investigación posterior descubrió que se había falseado el expediente de Bias y que, en el momento de su muerte, aún le quedaban veintiún créditos universitarios para graduarse en vez de los diez que la universidad quiso hacer creer.

Tribble y Bias salieron del piso, de nuevo, hacia el campus. Por el camino les detuvo un policía que, de haber sabido que en el coche llevaban una buena cantidad de cocaína, no se habría dejado llevar por las circunstancias felicitando al nuevo jugador de los Boston Celtics y pidiéndole que tuviera cuidado esa noche.

La fiesta en aquella habitación de la Universidad de Maryland se prolongó hasta el amanecer. La cerveza corría por los gaznates de prácticamente todos los asistentes a la fiesta, mientras que la cocaína solo era aspirada por cuatro tensas narices encerradas en un pequeño cuarto repleto de ropa de baloncesto que había llevado Len Bias. 

Una mala jugada

Sobre las seis de la mañana, cuando el sol rayaba el horizonte, Lenny se sentó en una silla. Llevaba el rostro muy tenso, los ojos abiertos del todo y no parpadeaba. A los pocos minutos cerró los ojos y se desmayó. Tribble se dio cuenta y, sin tiempo a reaccionar, vio cómo Len Bias, el flamante pick dos del draft de la NBA, se caía al suelo y comenzaba a tener violentas convulsiones. Pensando que se trataba de epilepsia, Brian llamó a su madre. En medio de la confusión, uno de los asistentes a la fiesta colgó el teléfono y le gritó que llamase a emergencias. Alguien puso a Lenny de lado para que no se tragase la lengua mientras llegaba la ambulancia.

Len Bias, con su equipación de la Universidad de Maryland
Tres ataques después, con todos sus compañeros en el hospital, menos Tribble, que se había marchado, y su propia familia acompañándole, Len Bias fallecía a las 8:55 am. Los médicos lucharon durante dos horas con su debilitado corazón, incluso llegaron a contemplar la posibilidad de un trasplante inmediato. No obstante, el personal médico sabía que, con todo el tiempo que el corazón de Bias había estado parado, el daño cerebral sería muy grave.

La investigación tras la muerte del mejor jugador de la historia de Maryland desveló algunos datos que dejaban en muy mal lugar a Brian Tribble. Por ejemplo, que la pureza de la cocaína que habían consumido esa noche era del 98%. ¿Cómo había conseguido un camello de tres al cuarto cocaína de tanta pureza? El amigo de la infancia de Lenny fue detenido y acusado de posesión y suministro de cocaína, así como de obstrucción a la justicia y conspiración. Sin embargo, fue puesto en libertad con posterioridad.

La conmoción por la muerte de Len Bias hizo que la opinión pública y el estamento político se posicionase totalmente en contra de la cocaína y de otras drogas duras que, hasta entonces, no habían considerado del todo peligrosas. En cierto modo, supuso un golpe de efecto que cambió las leyes antidroga de los Estados Unidos.

Esta es, grosso modo, la historia de las últimas horas del más grande lo que pudo ser y no fue de la NBA. Faltan muchos datos, muchas conversaciones, muchos momentos que ayudarían al lector a comprender mucho mejor qué motivó a Len Bias a consumir cocaína aquella noche y a entender por qué le falló el corazón. Aquellos que quieran adentrarse en la muerte de Bias deberían leer este artículo de Gonzalo Vázquez.

Lonise Bias sabía que iba a pasar algo (lo cuenta en el documental La tragedia de Len Bias) tras el draft de 1986. Algo malo. Temía por su hijo, aunque no sabía por qué. Su marido tampoco estaba tranquilo. No pudo dormir la noche del draft. Algo iba a pasar. Cuando Len Bias salió de su casa de Maryland para montarse en su Nissan azul de tres puertas, nadie en su casa imaginó que no volverían a verle. Mientras, Lonise, su madre, rezaba. En la iglesia, Lonise rezaba por su hijo. Tampoco volvió a verle vivo.

Lonise Bias es actualmente una de las principales activistas contra las drogas y las armas (años después del fallecimiento de Len Bias, su hermano pequeño James moriría de un disparo).



Len Bias. Highlights. RIP.


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